De forma sorpresiva, 17 de los 35 miembros de la ejecutiva federal presentaron su dimisión ayer en horas de la tarde.
Antonio Pradas, uno de los renunciantes, expresó que la instancia dirigente ya no está legitimada, por lo que ha quedado de facto disuelta.
“Lo que le digo (a Sánchez) es que yo desde luego, si la mayoría de mi ejecutiva no estuviera conmigo, ya no estaría, obviamente”, abundó Ximo Puig, actual presidente de la región de Valencia.
Sin embargo, César Luena aseguró que no dimite y que su intención es convocar un congreso extraordinario en el que los militantes se pronuncien sobre quién debe ser su líder.
“En el Partido Socialista se tiene que tener el respaldo de los militantes para dirigirlo”, dijo Luena, quien al tiempo agregó “No caben atajos, ni artimañas, ni golpes”.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE