“Denme una pequeña extensión de quizás unos 6 meses más”, afirmó anoche el presidente de Filipinas, que durante su campaña electoral había prometido que acabaría con el crimen y las drogas del país asiático en su primer medio año de mandato.
“No tenía ni idea de que había cientos de miles de personas involucradas en el negocio de las drogas”, explicó Duterte en declaraciones a la prensa, según medios locales.
“Lo peor es que está operado por gente en el gobierno, especialmente los que ocupan cargos elegidos en los comicios. Así que sería gobierno contra gobierno”, agregó.
Se debe recordar, que Duterte ganó por un amplio margen las elecciones presidenciales de Filipinas el pasado 9 de mayo, con la fiel promesa de que acabaría con las lacras de la droga en sus primeros seis meses de mandato.
Desde entonces, dio órdenes directas a la Policía de disparar a “matar” a todo aquel que se resista a ser arrestado, por lo que ha llamado en varias ocasiones a los ciudadanos a acabar con todo el que esté involucrado en las drogas.
Cerca de 3.500 supuestos narcotraficantes y drogadictos han muerto en Filipinas desde que empezó a gobernar, cerca de 1.500 en operaciones policiales y el resto víctimas de grupos de ciudadanos que se han tomado la justicia por su mano.
Además, unos 715.000 traficantes y adictos a las drogas se han entregado a las autoridades, más de 17.000 personas han sido detenidas y se ha reducido el suministro de estupefacientes en un 90%, de acuerdo con la Policía de Filipinas.
Duterte ha recibido numerosas críticas por su plan contra las drogas, que según organizaciones internacionales como la ONU es “ilegal y vulnera los derechos y libertades fundamentales”.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE