El afgano, Ahmad Khan Rahami, proporcionó a los investigadores pruebas abundantes para que su detención se llevará a cabo 50 horas despues de la primera explosión, así lo dieron a conocer los agentes de seguridad.
Entre las pistas que Rahami dejó en el lugar del estallido de Manhattan estaban sus huellas, ADN y su cara al descubierto grabada claramente por las cámaras de seguridad.
Varios registros de telepeaje mostraron que el auto al que esté tenía acceso viajó de New Jersey a Manhattan y de regreso a New Jersey el día de la explosión, según indicaron las autoridades.
Por lo que las fuerzas de seguridad decidieron hacer público su nombre y fotografías el lunes en horas de la mañana, pidiendo ayuda para localizarlo.
Horas más tarde, un agente de la policía de Linden, New Jersey, reconoció al sospechoso mientras este dormía en la entrada de un edificio, provocando una confrontación y una balacera que terminó con su detención.
“Hubo mucha tecnología implicada en esto, pero también un muy buen trabajo policial de la vieja escuela”, señaló el comisario de la policía de Nueva York, James O’Neill.
Ahora los investigadores indagaran a profundidad para asegurarse de llegar al fondo de quienes están implicados en los estallidos y el por que de los mismos.
Iveth Villalobos / EV Houston / foto: EFE