Los bombarderos B-1, eran escoltados por jets surcoreanos y estadounidenses, por lo que fueron vistos por fotógrafos de The Associated Press cuando pasaban sobre la Base Aérea Osan, la cual se encuentra a 120 kilómetros de la frontera con Corea del Norte.
Los bombarderos probablemente regresarán a su base en Guam, sin aterrizar en Corea del Sur. Dichos vuelos suelen ser comunes durante tiempos tensos.
Recordemos que Corea del Sur no tiene armas nucleares, y por ende, depende de la protección nuclear de los Estados Unidos como un disuasivo ante Corea del Norte.
Por medio de un comunicado, el general Vicent Brooks, comandante de las Fuerzas de Estados Unidos en Corea del Sur, indicó que la fuerza demostrada este lunes es “solo un ejemplo de las diversas capacidades militares que forman parte de los recursos de esta sólida alianza para proporcionar y reforzar una amplia disuasión”.
Sin embargo, añadió que la prueba nuclear llevada a cabo el viernes por Corea del Norte “supone una peligrosa escalada (armamentística) y plantea una amenaza inaceptable”, por lo que resaltó que el “compromiso inquebrantable de Estados Unidos de defender a sus aliados en la región”.
Esta prueba, la quinta y la más potente hasta el momento, ha generado una gran preocupación, a tal punto, que fue condenada por la comunidad internacional y posiblemente por el Consejo de Seguridad de la ONU, lo cual podría acarrear con serias sanciones contra el régimen de Kim Jong-un.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE