
Este miércoles, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, pidió a los musulmanes de todo el mundo hacer “un esfuerzo” para “castigar” los “crímenes” cometidos en Arabia Saudí, esto en alusión a los conflictos que tiene dicho país con Irak, Siria y Yemen, pero sobre todo, a los litigios continuos entre ambos países, los cuales son máximos exponentes de las ramas suní y chií del islam.
“Los países de la región y del mundo islámico deberían hacer esfuerzos conjuntos para resolver los problemas existentes (con Arabia Saudí) y castigar a su Gobierno”, afirmó Rohaní en unas declaraciones a la salida del consejo de ministros y que fueron recogidas por la agencia oficial iraní, IRNA.
Además, Rohaní denunció “la falta de tacto y la ineptitud” de los saudíes a la hora de supervisar el peregrinaje sagrado a La Meca de los musulmanes, lo que, a su juicio, propició la estampida ocurrida el año pasado en la localidad de Mina, en la que murieron varios cientos de personas, muchas de ellas de nacionalidad iraní.
En ese sentido, Rohaní apuntó que el gobierno iraní “nunca dejará que la sangre de los mártires” de su país que murieron en dicha estampida, “se haya derramado en vano” y aseguró que mantendrá “todos sus esfuerzos para restaurar sus derechos”.
Sin embargo, Rohaní insistió en acusar a Riad de haber puesto obstáculos para que los iraníes acudan este año a La Meca para los rituales del Hach, la peregrinación más sagrada para los musulmanes.
Por su parte, el líder supremo iraní, Alí Jameneí, se refirió a este tema en el mismo tono que empleó el lunes durante una reunión con los familiares de las víctimas de la estampida de Mina, en la que indicó que “la perversa y malvada casta saudí no merece dirigir los santos lugares”.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE