Este domingo, el papa Francisco proclamó como santa a la Madre Teresa de Calcuta, quien dedicó su vida a los más necesitados.
Durante la celebración de una misa de canonización en la Plaza de San Pedro, en Roma, a donde asistieron aproximadamente 100.000 fieles, el papa declaró:
“Proclamamos a la beata Teresa de Calcuta santa y la inscribimos entre los santos, decretando que sea venerada como tal por toda la Iglesia”, quien pronunció en latín la frase del ritual de canonización.
Y pidió “Que nos ayude a entender que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de cualquier ideología (…) ofrecido a todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión”.
Luego de la ceremonia, el papa Francisco invitará a almorzar a unas 1.500 personas desheredadas, las cuales son atendidas por las hermanas Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por la madre Teresa de Calcuta.
En el evento se pudo observar que en la fachada de la basílica de San Pedro colgaba un hermoso retrato gigante de Teresa de Calcuta, bajo un intenso sol de verano y un cielo completamente azul.
En la fachada de la basílica de San Pedro colgaba el domingo un retrato gigante de la misionera, bajo un cielo azul y un sol de verano.
Con aplausos, cantos y adoración fue recibido el anuncio de la elevación de la madre Teresa a los altares.
El brasileño cuyo testimonio permitió abrir el camino a la canonización de la madre, aseguró el viernes a la prensa del Vaticanos, que en el 2008 se curó de forma repentina de los tumores cerebrales que presentaba gracias a que rezó intensamente a la religiosa.
La canonización de la madre Teresa de Calcula, se da en un año que el papa Francisco le ha dedicado a la Misericordia con un jubilo extraordinario, por lo que el argentino recordó antes de finalizar que Teresa de Calcuta “Defendía incansablemente la vida, proclamando sin cesar que ‘el que aún no ha nacido es el más débil, el más pequeño, el más miserable’”.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE