
Este lunes, aproximadamente 50 personas murieron tras una serie de atentado en varias ciudades de Siria, las cuales son controladas por el régimen sirio y los kurdos.
El ataque más brutal ocurrió en un puente ubicado en los alrededores de la ciudad de Tartús, el cual causo 38 muertes y dejó 40 heridos.
Primero explotó un coche bomba y luego un kamikaze estalló en los cielos en medio de una multitud que había acudido a socorrer a los heridos de la primera explosión.
Ambos atentados no han sido reivindicados por el Estado Islámico, sin embargo, han atacado en reiteradas ocasiones las ciudades golpeadas este lunes.
El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, expresó “Estos ataques han sido claramente llevados a cabo teniendo como blanco posiciones de las fuerzas de seguridad”.
Dichos atentados ocurren poco tiempo después de que el grupo Estado Islámico perdiera en las últimas semanas sus posiciones a lo largo de la frontera con Turquía, y del éxito alcanzado por el ejército sirio y sus aliados, los cuales lograron asediar los barrios rebeldes de Alepo.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE