El nuevo centro estará dedicado principalmente a cuidar de los pacientes infectados por el virus ya sea transmitido por mosquitos o sexualmente. El centro reúne a profesionales y personal de varios departamentos y servicios de Johns Hopkins Medicine y de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, incluyendo epidemiología, enfermedades infecto-contagiosas, medicina materno-fetal, oftalmología, traumatología, pediatría, fisioterapia, psiquiatría y trabajo social. Médicos expertos de Brasil, un país enormemente afectado por el flagelo del Zika, también forman parte integral del centro.
“Los pacientes ya no tendrán que viajar a múltiples centros en busca de atención para el virus del Zika”, indica el Dr. William May, catedrático titular de oftalmología en el Instituto Oftalmológico Wilmer de Johns Hopkins.
“Tendremos a su disposición médicos y personal de varios departamentos de Johns Hopkins para brindarles cuidado integral dentro de una sola institución.”
El Instituto Oftalmológico Wilmer tomó la iniciativa de desarrollar el que se cree es el primer centro integral y multidisciplinario de su clase dedicado exclusivamente al virus del Zika. Está comprobado que el Zika causa la microcefalia, un defecto congénito que afecta al cerebro, pero un reciente estudio llevado a cabo en Brasil ha notificado que también ocasiona anomalías oculares en casi más de la mitad de los bebés infectados por la enfermedad. El Instituto Oftalmológico Wilmer tiene capacidad para diagnosticar y, en muchos casos, tratar los problemas de los ojos ocasionados por el virus del Zika, incluyendo cataratas y otras afecciones de la vista, recurriendo a lo último de la tecnología especializada.
Los pacientes, tanto adultos como pediátricos, de cualquier parte del mundo pueden ser remitidos al centro, ya sea por médicos externos o a través de los varios departamentos y servicios de Johns Hopkins, incluidos medicina de emergencia y medicina materno-fetal. Los mismos pacientes también pueden llamar directamente al Instituto Oftalmológico Wilmer para programar una cita. A cada paciente se le asignará un administrador de casos con quien podrá conjuntamente elaborar un plan de atención e identificar a los especialistas que deberían darle seguimiento a su caso.
“Cuando una persona, particularmente una mujer embarazada, contrae el virus del Zika, puede ser para ella una experiencia tremendamente alarmante”, afirma la Dra. Jeanne Sheffield, directora de medicina materno-fetal del Hospital Johns Hopkins. “Nuestro equipo será capaz de coordinar todos nuestros esfuerzos para determinar las necesidades de los pacientes y brindarles la mejor atención posible”.
El personal del centro dedicado al Zika también llevará a cabo investigaciones para continuar aprendiendo sobre el virus, el cual aún plantea muchas incógnitas. “La prioridad número uno será concentrarnos en nuestros pacientes, pero tenemos la esperanza de que el cuidado que les brindemos también lleve a muchos nuevos avances en nuestro empeño de combatir esta enfermedad potencialmente devastadora”, indica el Dr. May.
Johns Hopkins Medicine / Foto: James Gathany