Queiroz, de tan solo 22 años, es una revelación en Brasil y esta a las órdenes del español, Suso Morlán, entrenador que acompañó a David Cal en los años que ganó cinco medallas olímpicas.
Durante algún tiempo Queiroz se entrenó al lado de Cal antes de las competiciones y recibió consejos de este en reiteradas ocasiones.
Morlán pulió un diamante en bruto que procede de un pueblo humilde, Ubaitaba, una región productora de cacao en Bahía. Como muchos brasileños, Isaquías ha tenido a lo largo de su vida desventuras y dificultades. Su madre quedo viuda pronto y lo crió sola a él y a sus nueve hermanos.
Quizás lo más difícil para él fue haber perdido un riñón a los 10 años, luego de caerse de un árbol y razón por la cual escucho muchas veces que no podría dedicarse al deporte.
A pesar del accidente, Isaquías comenzó a familiarizarse con la canoa a los 11 años, un medio de transporte muy habitual en el río Contas, que atraviesa Ubaitaba.
El ex entrenador del equipo brasileño de piragüismo en Barcelona 1992, Figueroa Conceição Souza, descubrió el talento de Isaquías, lo metió en un proyecto social donde pudo entrenar y lo preparó para la competición.
En 2013 logró su primer oro en un Mundial en la modalidad de C1 500 metros y, a partir de ahí, se mudó a Sao Paulo y se puso a las órdenes de Suso Morlán, contratado por la Confederación Brasileña de Piragüismo con mente en los Juegos Olímpicos.
En Río 2016 Isaquías busca tres medallas, además de la conseguida este martes, luchará por la de C1 200 y C2 1000, en este caso al lado de Erlon de Souza.
A sus 22 años, Isaquías ya tiene tres títulos mundiales, dos en C1 500 y otro en C2 1000 y su mejor resultado es la prueba que ganó.
Pionero del piragüismo en Brasil, tiene entre sus sueños emular o superar los éxitos olímpicos que consiguió David Cal, que se colgó un oro y cuatro platas en tres ediciones de los Juegos Olímpicos.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE