El Supremo Tribunal Federal de Brasil, inició este martes una investigación contra la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, y a su vez, por su antecesor Luis Inácio Lula da Silva, como también contra los ex ministros Aloizio Mercadante y José Eduardo Cardozo, además de un senador destituido y dos magistrados.
Teori Zavascki fue el magistrado que atendió el pedido que el procurador general de la República, Rodrigo Janot, presentó en mayo y quien sospecha que la mandataria junto a Lula y los dos ex ministros obstaculizaron las investigaciones en el caso de corrupción de Petrobras.
Por lo que con la decisión tomada por la Corte Suprema, también serán investigados: el senador destituido, Delcídio do Amaral y los magistrados del Superior Tribunal de Justicia, Francisco Falcão y Marcelo Navarro Ribeiro Dantas.
El próximo 25 de agosto Rousseff será sometida a un juicio político en el Senado bajo el cargo de manipulación de cuentas públicas.
Sin embargo, el sábado en horas de la tarde, Dilma presentó una carta que iba dirigida a todos los brasileños, y con la cual buscaba frenar el juicio que la llevaría probablemente a la destitución.
Por lo que dijo que si vuelve al poder convocará a un plebiscito nacional en el que les preguntaría a los ciudadanos de su país si están a favor de una elección anticipada y de llevar a cabo reformas tanto políticas como económicas integrales.
Se debe destacar, que con la apertura de la investigación mencionada con anterioridad se da comienzo al proceso de recolección de pruebas y después de esta fase, Janot deberá decidir si formaliza la denuncia o el caso será archivado.
Los abogados del antecesor de Rosusseff, indicaron que Lula jamás practicó un acto que pueda configurar un crimen de obstrucción a la justicia y añadieron que el mismo no se opone a cualquier investigación, pero siempre y cuando sean observados los debidos procesos legales y las garantías fundamentales.
Las investigaciones afirman que diversas empresas constructoras sobrevaloraban los contratos con la estatal petrolera, y el dinero de los sobornos era repartido entre los ejecutivos de la compañía, entre ellos, altos cargos que estaban retirados de la empresa y una cincuentena de políticos que ya fueron condenados por corrupción.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE