Para una trabajadora como Dariani Gutiérrez , madre soltera, adquirir una comida rápida representa un sacrificio ya que ella gana sueldo mínimo (15.051,15 bolívares), solo se da “el lujo” cuando va a sacar a su hijo de cuatro años y lo hace a través del bono alimentación.
El promedio de un almuerzo para una persona cuesta desde 1500 bolívares en promoción a 2500 bolívares si quiere una comida completa. Según datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), es de 1820 bolívares para junio.
Eso quiere decir que para que un trabajador pueda adquirir un almuerzo en la calle tiene que trabajar al menos 7 días. Y es que la inflación ya alcanza el 500 por ciento.
Para la firma Econométrica, el caída del poder de compra del salario mínimo integral es de alrededor de 40 por ciento, y si se toma en cuenta sin el bono alimentación representa un 65.8 por ciento.
¿Miseria?
Las sustituciones y los patrones de consumo de los alimentos se han modificado en los venezolanos, según una encuesta hecha por DINERO, 10 por ciento de 163 venezolanos respondieron que han disminuido las comidas diarias de 3 veces a 2 veces por día.
Mary Quintero, dueña de un puesto de chicha en el Centro Comercial el Recreo, revela que tiene un cliente fijo que todos los días le compra un vaso de 400 bolívares, y le pide que le sirva el producto en un tetero.
En el caso de Jackson Rodríguez, trabajador de la construcción, afirma que suele engañarse el estómago con un vaso mediano de chicha de 500 bolívares, o que opta por comprar una canilla de pan. “Tengo que hacer el esfuerzo por mis hijos”, culmina.
Muchas familias están buscando refugio en los mercados de verduras, frutas y hortalizas para sustituir las proteínas por los altos costos. Sin embargo, en el caso de los carbohidratos el consumo se ha intensificado.
“Ya no es normal gastarse el bono alimentación en el mercado porque no se consiguen los productos, por eso yo los gasto cuando voy a sacar a mi hijo”, enfatiza la señora Gutiérrez.
La Canasta Alimentaria rondaba en 277.432,88 bolívares para junio. Tan solo la diferencia entre los precios controlados y los precios de mercado es de 2.116,7 por ciento, según Cendas.
El costo de una promoción de almuerzo en una cadena rápida puede variar de 1499 bolívares, una hamburguesa y refresco, hasta 3480 bolívares un plato con dos piezas de pollo y bebida. Los menús ejecutivos no bajan de 2500 bolívares.
Se espera que la inflación siga ganando terreno, así como el aumento de los precios, y que el venezolano se siga sumergiendo más en la pobreza, debido a la falta de plan de ajuste macroeconómico, finaliza Francisco Ibarra, director de Econométrica.
Con información de http://www.dinero.com.ve/
EV Houston – ElDinero.com.ve / Foto: Referencial