
“Nuestros servicios de seguridad frustraron la infiltración (en Crimea) de un grupo de saboteadores de los servicios de inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano. Sin duda, no vamos a dejar pasar estas cosas”, dijo Putin en la rueda de prensa que dio tras reunirse con su homólogo armenio, Serge Sargsián.
Sin embargo, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia denunció hoy que grupos de la inteligencia militar ucraniana intentaron infiltrarse en Crimea en dos operaciones de sabotaje, una en la madrugada del 7 de agosto y la otra el 8 de ese mismo mes, con el fiel objetivo de atentas contra las diferentes infraestructuras que son vitales en dicha península.
Por medio de un comunicado oficial, el Ministerio de Defensa ucraniano desmintió las acusaciones realizadas por Moscú, incluso, las calificó como un intento de dicho país para justificar las acciones agresivas de las unidades militares rusas.
“Si hubiéramos usado armamento pesado, blindados o sistemas de misiles, créame, la Federación de Rusia lo habría gritado a los cuatro vientos el mismo 8 de agosto”, dijo el portavoz de la Dirección General de Inteligencia de Ucrania, Vadim Skibitski.
Como primera consecuencia, Putin descartó reunirse con su homólogo ucraniano, Petró Poroshenko, en el llamado formato de Normandía (de negociaciones de paz para el este de Ucrania).
Los aliados estadounidenses y europeos de Ucrania dijo, “deben decidir de una vez si quieren que sus clientes sigan con este tipo de provocaciones o si prefieren una verdadera solución pacífica” y, en este caso, “ejercer la correspondiente presión sobre Kiev”.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE