En la avenida del Marqués de Sapucaí se vieron escenas de violencia que replican la realidad que viven millones de personas en las favelas de Río de Janeiro, de la mano de Beija-Flor, una de las escuelas favoritas de esta edición y la última de las seis que desfilaron esta madrugada.
En un guiño al colectivo LGTB, la escuela de samba invitó a dos estrellas de la contracultura brasilera del momento, el “drag queen” Pablo Vittar y Jojó Todynho, una cantante negra “revelación” de funk, que destacaron sobre uno de sus carros alegóricos.
La contundencia de Beija Flor eclipsó a las otras cinco escuelas que se presentaron esta madrugada, en la última jornada de los desfiles del Sambódromo.
Por la pista de Sapucaí pasaron, entre otras, “Portela”, campeona del año pasado, que clamó contra la intolerancia valiéndose de la historia de un grupo de judíos que colaboraron en la fundación de Nueva York, y “Salgueiro”, que llenó la pista de color en una denuncia contra el racismo y un homenaje a las raíces negras de Brasil.
Hubo también temáticas más suaves, como los de las escuelas que conmemoraron la creación del primer museo del país o recorrieron la gastronomía brasileña.
Pese a que la última noche en Sapucaí marca el final del Carnaval de Río en Brasil, la fiesta no estará completa hasta que se anuncie la escuela ganadora, mañana miércoles.
EFE / Fotos: GDA
