
“Les garantizo que habrá una votación el lunes a las 01:00 horas, a menos de que se desea celebrarla antes”, explicó en un comunicado Mitch McConnell. El fracaso del voto del viernes acarreó el cierre parcial del gobierno federal.
El primer aniversario de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca quedó opacado por el cierre parcial del gobierno federal, mientras el Congreso trata de alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto, y decenas de manifestaciones en todo el país.
“Es el primer aniversario de mi presidencia y los demócratas querían hacerme un lindo regalo”, ironizó el presidente estadounidense en una larga serie de tuits sobre el cierre de la administración.
La actual situación es amarga para el magnate inmobiliario, que durante su campaña electoral presumió de ser un maestro del arte de la negociación.
Trump tenía previsto pasar el fin de semana en su residencia privada de Mar-a-Lago, en Florida, donde pretendía celebrar una cena de gala con la que recaudar fondos.
Pero finalmente se quedó en Washington, acosado por la situación política.
A este “disgusto” se sumó la celebración de la segunda “Marcha de las Mujeres”, que convocó a miles de personas en cientos de ciudades del país –desde Nueva York a Los Ángeles, pasando por Denver, Boston, Filadelfia y la capital–, un año después de la masiva protesta que desafió a Trump a su llegada a la Casa Blanca.
Los manifestantes lucieron los gorros de lana rosa con orejas conocidos como “pussy hats”, que el año pasado se convirtieron en el símbolo de la oposición al mandatario.
La publicación del último sondeo de NBC/WSJ tampoco fue alentadora para el presidente.
Su popularidad es de 39%, lejos de la de otros presidentes en el mismo periodo de su mandato: Barack Obama 50%, George W. Bush 82% y Bill Clinton 60%.
AFP / Foto: Reuters