“Queremos que vengan de todas partes”, dijo Trump consultado sobre su política migratoria durante una reunión en la Oficina Oval con el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbayev.
El republicano intentaba así apaciguar la controversia que comenzó el pasado jueves, cuando el Washington Post informó que, durante una reunión con legisladores, Trump había llamado “agujeros de mierda” a naciones como El Salvador, Haití y varios países africanos, y sugiriendo que Estados Unidos debería acoger a más inmigrantes de Noruega.
La controversia a raíz de las supuestas palabras del mandatario estadounidense todavía estaba en su apogeo el martes en Washington.
En particular porque, en este momento, republicano y demócratas están tratando de encontrar en el Congreso un compromiso sobre la regularización de los “dreamers”, como se llama a los cientos de miles de indocumentados que llegaron de niños al país.
Trump no ha negado explícitamente haber pronunciado la expresión “países de mierda” para referirse a naciones africanas, El Salvador y Haití, pero dijo, sin entrar en detalles, que sus palabras habían sido distorsionadas.
El martes por la mañana, en una seguidilla de tuits, el presidente atacó al senador demócrata Dick Durbin, quien asistió a la reunión y aseguró que Trump había utilizado “varias veces” la expresión ofensiva.
“El senador Dicky Durbin ha tergiversado por completo lo que se dijo en la reunión sobre el DACA. ¡No se puede llegar a un acuerdo cuando no hay confianza!”, escribió.
“¡Necesitamos un sistema de inmigración basado en el mérito y lo necesitamos ahora!”, agregó en otro tuit.
EV Houston Newspaper / AFP / Foto: AFP