
Attulá Khogyani, portavoz del gobierno provincial de Nangarhar, donde se produjo el ataque, y Najib Kamawal, directo de Salud de esa provincia, confirmaron este nuevo balance, tras haber divulgado otras dos previas en el que daban cuenta de seis y luego de doce fallecidos.
“Todas las víctimas son civiles”, precisó Khogyani, quien agregó que el ataqye se produjo a las 13H30.
El atacante irrumpió en el funeral de un exgobernador del distrito de Haska Mina que había fallecido hace poco por causas naturales.
Unas fotos divulgadas por Twitter y Facebook, mostraban prensas de ropa y zapatos esparcido sobre charcos de sangre.
En otras imágenes aparecían cuerpos yaciendo sobre la sangre y una negra humareda, elevándose hacia el cielo.
Los asistentes al funeral, ancianos en su mayor parte, escaparon aterrorizados del lugar.
De momento, nadie ha reivindicado el ataque, que se produjo días después del asalto a un centro cultural chiita de Kabul, y el cual fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI), dejando un saldo 41 muertos y más de 80 heridos.
Iveth Villalobos / EV Houston Newspaper / Foto: EFE