
Más de 800 empleados en Citgo, la mayor filial internacional de Petróleos de Venezuela (PDVSA) con sede en Houston, ahora dependen de un militar venezolano acusado de violaciones a los Derechos Humanos al reprimir las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
El Mandatario venezolano, poco después de ordenar el arresto de los altos gerentes de Citgo y parte de su directorio tras acusaciones de corrupción, nombró al comandante general Manuel Quevedo para asumir el cargo de ministro de Petróleo y gerente general de PDVSA, mientras que Citgo quedó al mando de Asdrúbal Chávez, primo del difunto expresidente Hugo Chávez.
¿Qué significa todo esto?
PDVSA adquirió el 100 por ciento de Citgo en 1990, durante el segundo período presidencial de Carlos Andrés Pérez. Los líderes de la compañía petrolera nacional querían expandir las ventas de refinación y venta al por menor en Estados Unidos.
Pero ocho años después, Hugo Chávez llegó al poder y se sirvió de PDVSA para financiar programas sociales que mantenían cautivos a sus seguidores, asegurándose así los votos en cada elección. Tras su muerte, Nicolás Maduro ganó unas controvertidas elecciones y la situación económica del país empeoró.Ahora promete que Quevedo lanzará “una nueva revolución petrolera” y revertirá la producción declinante de la industria.
Citgo siempre ha sido una importante fuente de efectivo para PDVSA. Pero en los últimos años, PDVSA ha prometido un poco más de la mitad de las acciones de Citgo como garantía para bonos corporativos, y el 49,6 por ciento de las acciones de Citgo se han comprometido como garantía a Rusia a cambio de un préstamo de mil 500 millones de dólares.
Citgo se queda con poco dinero para invertir en sí mismo, y ningún comprador externo puede adquirirlo hasta que los bonos y préstamos se cancelen, porque exceden el valor de la compañía. “La mayoría de las instituciones financieras respetadas no están interesadas en trabajar con una compañía que tiene las dificultades que tiene Citgo”, dijo Francisco Monaldi, profesor de economía energética de América Latina en el Baker Institute de la Universidad de Rice.
Ese es un triste resultado para una compañía que comenzó en 1910 como Cities Service Co. en Bartlesville, Oklahoma. Pero es aún más triste para los empleados cuyo destino ahora está controlado por Nicolás Maduro y una élite militar.
EV Houston / Foto: Referencial