Los siete colombianos extraditados este martes a EE.UU. por su presunta implicación en el asesinato de un agente de la DEA en Bogotá comparecieron hoy ante un juez federal en Virginia, que les leyó los cargos en su contra y los citó para una nueva audiencia el próximo 9 de julio.
En una primera audiencia en el tribunal del Distrito Este de Virginia, situado en la localidad de Alexandria, en las afueras de la capital estadounidense, los sospechosos fueron formalmente acusados de varios cargos que incluyen asesinato en segundo grado, secuestro y conspiración.
La justicia estadounidense los requería desde julio de 2013 por acusaciones de haber participado en el asesinato, el 20 de junio de ese año en Bogotá, del agente de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA) James Terry Watson.
“Con la extradición de estos sospechosos, estamos un paso más cerca de asegurarnos de que se hace justicia por el secuestro y asesinato de un héroe estadounidense”, dijo hoy en un comunicado el secretario de Justicia de EE.UU., Eric Holder.
Los acusados son Édgar Javier Bello, alias “Payaso”; Héctor Leonardo López, alias “Babario”; Edwin Gerardo Figueroa, alias “Garcho”; Ómar Fabián Valdés, alias “Fabián”; Julio Estiven Gracia, Andrés Álvaro Oviedo y Wilson Daniel Peralta.
Todos excepto Peralta fueron acusados de dos cargos de asesinato en segundo grado, un cargo de secuestro y un cargo de conspiración para secuestrar a un individuo.
Además de esas acusaciones, Oviedo enfrenta dos cargos más por asalto; mientras que Peralta está acusado únicamente de haber intentado destruir pruebas relacionadas con la muerte de Watson, según informó la DEA en un comunicado.
Los siete comparecieron hoy ante el juez federal Thomas Rawles Jones Jr., quien les leyó los cargos en su contra, les informó de su derecho a un abogado y les citó para una nueva audiencia el próximo 9 de julio ante otro juez federal, Ivan D. Davis.
Según la acusación, Figueroa, Valdés, Bello, López, Gracia y Oviedo formaron parte de “una conspiración de secuestro y robo que utilizó taxis en Bogotá para llevar a víctimas a una posición en la que podían ser atacadas y robadas”, indicó la DEA.
El agente antidrogas estadounidense abordó uno de esos taxis en una zona de ocio en el norte de Bogotá y lo intentaron robar con la modalidad de “paseo millonario”, en la que los ladrones obligan a la víctima a extraer dinero de varios cajeros automáticos.
Uno de los sospechosos atacó entonces a Watson con un arma que proporciona descargas eléctricas, y una vez aturdido, otro de los acusados apuñaló al agente con un cuchillo, lo que causó su muerte.
El agente de la DEA estaba destinado desde hacía tres años en la ciudad caribeña de Cartagena y, dos meses antes de su homicidio, había contraído matrimonio con una colombiana.
“El agente especial Watson dio la vida en el servicio de su país. Tenemos con él y con su familia una deuda de gratitud que nunca podremos pagar por completo”, aseguró hoy Holder.
La administradora de la DEA, Michele Leonhart, señaló por su parte que la agencia que dirige “nunca olvidará el excelente trabajo de la Policía Nacional colombiana y otros aliados en las fuerzas de seguridad” de Colombia.
“Sus esfuerzos llevaron rápidamente al arresto y la extradición de los acusados de cometer este acto atroz”, apuntó Leonhart.
EFE / Foto: EFE