El tribunal Zamoskvoretski de Moscú, impuso que el funcionario pagara una multa de 130 millones de rublos, casi dos millones de dólares.
El juez tuvo en cuenta como atenuante, entre otras cosas, la edad y el estado de salud del acusado, ya que el punto 6 del artículo 290 del Código Penal contempla entre 8 y 15 años de prisión por ese delito.
Según el fallo, Uliukáyev, el primer ministro de un Gobierno ruso en ser condenado a una pena de cárcel desde 1991, recibió en octubre de 2016 esa cantidad del presidente de Rosneft, Ígor Sechin.
Al escuchar el fallo, Uliukáyev, de 61 años, lo calificó de “injusto” y admitió que no pierde la esperanza de que prospere su apelación.
Según la Fiscalía, el 14 de noviembre de 2016 Sechin y Uliukáyev mantuvieron una conversación telefónica en la que el entonces ministro de Economía “reiteró su intención de aceptar un soborno y accedió a acercarse a las oficinas de Rosneft” con ese objetivo.
Una vez en el lugar, según la versión de los fiscales, Uliukáyev recibió de Sechin un maletín con la suma acordada y fue detenido por agentes del FSB (antiguo KGB), que supervisaron toda la operación.
El ex titular de Economía acusó a Sechin de haber orquestado el presunto pago de un soborno, aunque dice desconocer los motivos del presidente de Rosneft.
“Fue una provocación y el responsable es conocido”, dijo al llegar al tribunal.
Sechin, el principal testigo de cargo en este caso y quien cursó de hecho la denuncia contra el ex ministro, no compareció a declarar en el juicio pese a recibir cuatro citaciones judiciales.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo ayer durante su tradicional rueda de prensa que el jefe de Rosneft no estaba obligado a testificar en el juicio, pero debía haberlo hecho.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE / Archivo