La ceremonia fue realizada en la sede del gobierno ruso, y arropó al Kremlin con la marca de la FIFA, organismo rector del fútbol mundial, dejando a un lado su argumento de que el deporte y la política no deben mezclarse.
La FIFA ha emprendido la recta final hacia el primer Mundial en Rusia, pero aún continúa evaluando hasta que punto estuvo involucrada la selección rusa que participó en el torneo de 2014 en el escándalo de dopaje institucional del país.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, todavía intenta reparar la imagen de la FIFA a raíz de sus propios escándalos de corrupción que sacudieron los cimientos del organismo.
El sorteo se realizará un día antes del séptimo aniversario de la votación que otorgaran las sedes de los mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Catar, respectivamente, una decisión que ha sido vinculada con sobornos y otras irregularidades.
Hasta el momento las autoridades rusas niegan que el gobierno haya estado involucrado en el dopaje de los atletas, por lo que el país se ha mantenido al margen de las pesquisas de corrupción de la FIFA.
EV Houston Newspaper / Foto: Archivo / EFE