
Un portavoz vinculado al grupo Tehereek-e-Taliban, informó a los periodistas por medio de un correo electrónico que su fracción acepta la responsabilidad del ataque en la ciudad de Quetta, y aseguró que estos continuaran a menos de que se imponga un sistema islámico en Pakistán.
“Esta mañana un muyahidín mató al presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán y después mató a muchos abogados y funcionarios que protestaban por su muerte”, afirmó dicha facción en su mensaje sin especificar el motivo.
Se trata de la misma escisión responsable del ataque en un parque de diversiones de Lahore (este) que causó 73 muertos en marzo pasado.
De acuerdo con el último cómputo, el atentado causó 71 muertos, 50 de ellos abogados, dos periodistas, y personal médico y policial.
Además, 128 personas resultaron heridas, de las que 14 se encuentran en estado crítico.
Testigos describieron escenas horribles, cadáveres esparcidos y sobrevivientes pidiendo ayuda a gritos.
Abdul Rehman, director del Hospital Civil, dijo que murieron 63 personas, y la mayoría eran abogados. Además estaban atendiendo a 92 heridos.
El primer ministro, Nawaz Sharif, condenó la explosión en Quetta y expresó su profundo pesar y angustia por la muerte de tantas personas en el ataque.
“Nadie debería poder alterar la paz en la provincial, que se restauró gracias a los incontables sacrificios de las fuerzas de seguridad, la policía y el pueblo de Baluchistan”, manifestó.
Asimismo, pidió a los responsables médicos que proporcionen el mejor tratamiento posible a todos los heridos.
Ali Zafar, presidente de la principal asociación de abogados del país, condenó una agresión que calificó de “ataque a la justicia”.
Recordemos que por mucho tiempo Quetta y Baluchistan fueron foco de insurgencia.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE