
Recordemos que el cáncer se ha ido expandiendo a lo largo del siglo XXI, y cada vez hay más personas afectadas, precisamente por eso, todos los días se investiga cómo prevenirla y terminar con sus efectos.
Aunque aún no existe una relación directa de causa y efecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que existen ciertos factores de riesgo, tales como: predisposición genética, tabaco, beber alcohol en exceso, exposición a productos químicos presentes en el sector industrial, radiaciones ionizantes (rayos X) y no ionizantes (rayos UVA), estrés, infecciones, virus y bacterias, sedentarismo, obesidad, diabetes y la ingesta de medicina inmunodepresora.
Muchos de estos factores están relacionados con los hábitos diarios de todo ser humano, por lo que recomendamos costumbres saludables dentro de la rutina, puesto que es importante que protejamos el organismo y el sistema inmune con alimentos como la limonada de cúrcuma.
¿Qué es la cúrcuma? Es una planta de origen indio, cuyas raíces tienen un interminable número de usos medicinales.
No en vano se viene usando desde hace más de 4000 años, especialmente en la medicina ayurvédica. Dicha medicina también procede de la India y esta considera la salud como la unión del bienestar físico y del espíritu.
Según varios estudios, la cúrcuma ha demostrado ser útil en la curación de algunos tipos de cáncer.
De hecho, se ha observado una considerable disminución de la metástasis, sin los inconvenientes de la quimioterapia.
Se ha analizado la evolución de personas que incluían esta raíz en su dieta para descubrir que aquellas que consumían entre 6 y 8 gramos de cúrcuma diarios, estaban mucho más protegidas contra el cáncer de mama.
Además, al tratarse de un antibiótico y antiinflamatorio natural, evita el enquistamiento de infecciones y bacterias. Asimismo, sus cualidades ansiolíticas también rebajan el estrés que constituye un factor de riesgo.
¿Cómo tomar la cúrcuma?
La cúrcuma se puede tomar en sopas, echarse en purés, para hacer arroces y en muchos más platos y lo ideal para aprovechar todas sus propiedades es añadirla al final de la cocción.
Una gran combinación y que nos ayuda a alcalinizar el organismo y fortalecer nuestro sistema inmune es la que resulta de mezclar cúrcuma y jengibre.
Se puede preparar también como aderezo de pastas, guarniciones o ensaladas, pero la imaginación es donde entra aquí en juego porque hay una amplia gama de posibilidades culinarias con la cúrcuma.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: Referencial