
Cinco personas se encontraban en la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, una pequeña localidad ubicada a 125 kilómetros de París, cuando dos atacantes entraron al recinto, así lo informó el portavoz del ministerio del Interior, Pierre Henry Brandet.
La iglesia fue rodeada por miembros de la Brigada de Busca e Intervención, los cuales son especiales en secuestros, tres rehenes fueron liberados y el cuarto, un feligrés, se encuentra entre la vida y la muerte.
Fuentes cercanas a la investigación aseguraron que durante la toma de rehenes, el cura de la iglesia fue degollado. El arzobispo de la ciudad de Rouen, Dominique Lebrun, indicó que la víctima se llamaba Jacques Hamel y tenía 86 años.
El papa Francisco expresó que compartía el dolor y horror por este hecho, el cual calificó como un asesinato bárbaro por medio de un comunicado.
“Estamos particularmente afectados por esta violencia horrible ocurrida en una iglesia, un lugar sagrado en el que se anuncia el amor de Dios”, señala la nota del Vaticano.
Asimismo, el primer ministro, Manuel Valls, expresó por medio de su cuenta en la red social Twitter que por este hecho contra una iglesia “Toda Francia y todos los católicos están heridos. Nos mantendremos juntos”.
Valls hace unos días había advertido que Francia debía de prepararse a ser objeto de otros atentados.
Francia, actualmente ha sido blanco de tres ataques de gran magnitud en los últimos 18 meses. El primero dejó un saldo de 17 muertos en enero 2015, el segundo 130 muertos el 13 de noviembre de este año y el último 84 muertos el pasado 14 de julio. Razón por la cual dicho país vive sumido en el miedo de que existan otros posibles ataques.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE