
El origen del fenómeno se dio a conocer poco tiempo después, cuando bomberos, policías y personal de la Defensa Civil explicó que el causante del temblor y la explosión había sido por un meteorito que ingresó a la atmósfera a unos 2.400 kilómetros por hora, a una altura entre los 8.000 y los 10.000.
“Tembló todo”, resumió el alcalde de la ciudad, Martín Soria. Sin embargo, el astrónomo Roberto Figueroa, responsable del Observatorio Astronómico de Neuquén, indicó que si este hubiera caído cae sobre el desierto, el mar o la Antártida, nadie lo hubiera notado.
Figueroa aseguró que el meteorito se dilató hasta romperse en tres fragmentos y estimó que el objeto tendría alrededor de unos 12 metros de diámetro.
“Seguramente era un meteorito mineral, que entró a gran velocidad con un ángulo muy cerrado a la atmósfera de la tierra e inmediatamente que toma contacto con los gases, se calienta, la piedra se dilata, se parte, y cae como cenizas”, señaló.
Al tiempo que añadió, que las explosiones escuchadas por la ciudadanía argentina correspondía a la velocidad en que entro el objeto en la atmósfera, lo que generó una onda expansiva que podría escucharse como una explosión.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: Referencial