
Ambos fallecieron junto a 82 personas durante la matanza protagonizada por un hombre de origen tunecino, el cual condujo un camión durante dos kilómetros, arrollando a una multitud que se encontraba congregada en el Paseo de los Ingleses, el paseo marítimo de la ciudad.
La familia de los Copeland, radicada en la zona de Austin, Texas, indicó por medio de un comunicado que se encuentra sumamente destrozada y en shock por la pérdida de Brodie y Sean Copeland, ya que ambos eran personas maravillosas.
Padre e hijo habían iniciado sus vacaciones de verano en Pamplona y Barcelona (España), pero se encontraban en la Riviera Francesa para celebrar el Día de la Bastilla, fiesta nacional en Francia.
Según compartió un familiar en Facebook, los Copeland se encontraban en Niza celebrando un cumpleaños.
“Perder a un ser querido es duro sin importar las circunstancias, pero perder a un ser querido en una tragedia como esta y de un modo inesperado es insoportable”, señaló Haley Copeland, otra familiar, en la red social.
Brodie Copeland era un dedicado jugador de béisbol juvenil y su padre, que trabajaba en una empresa tecnológica, ayudaba en ocasiones como entrenador de niños.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE