Kimberly Clark, una de las principales empresas productoras en Venezuela que proporcionaba productos de higiene personal a los ciudadanos, anunció la suspensión de su actividad por el “deterioro de las condiciones económicas y del negocio”.
“Esta decisión es tomada después de años en los que la compañía ha procurado hacer frente a complicadas circunstancias más allá de su control, como la inhabilidad para comprar materia prima, lo que en los últimos dos meses ha ocasionado que la mayoría de las líneas de producción cierren”, se asegura en el documento.
Asimismo, se expresa que tal decisión “es muy difícil”, debido a que la compañía es consciente del esfuerzo de sus trabajadores “frente a crecientes retos para mantener el negocio funcionando”.
La Corporación comercializa en Venezuela pañales, toallas sanitarias, pañales para adultos y otros productos de higiene personal. Según su sitio web, sus ventas promedio son de más de $200 millones anuales y una fuerza laboral de 1.000 empleados.
Kimberly Clark aclara también que si las condiciones económicas en Venezuela cambiaran “evaluará sus opciones en relación a la viabilidad” de volver a operar en el país caribeño y añade que “se mantiene comprometida al crecimiento del resto de sus operaciones de negocio existentes en Latinoamérica”.
Asimismo, el portal web de la emisora Unión Radio reseñó que unos 200 trabajadores directos de dicha empresa quedaron sin empleo el viernes. Es importante destacar que las empresas en Venezuela necesitan divisas para poder adquirir la materia prima para producir.
Desde 2003 en el país petrolero se mantiene un control cambiario que deja en manos del Estado el monopolio de la administración de divisas del país, que son vendidas a través de un engorroso sistema administrativo y para un abanico de determinados supuestos.
Todas las operaciones en las oficinas en Caracas, junto con las de la planta y el Centro de Distribución de Maracay, quedan suspendidas indefinidamente y Kimberly-Clark no seguirá produciendo, comercializando ni vendiendo sus líneas de productos de consumo masivo e institucional.
Maholy Leal Medina/EV Houston/EFE / Foto: Referencial