
“Había un diferendo en esa familia”, dijo Martin, añadiendo a su vez que la suegra de Devin Kelley, -responsable del hecho- frecuentaba la iglesia donde ocurrió el ataque.
Kelley, es un ex soldado de la Fuerza Aérea estadounidense y había sido llevado a la corte marcial por violencia contra su esposa y un hijo de ambos.
De acuerdo con Martin, Kelley sabía que su suegra asistía a esa iglesia y que antes del sangriento ataque había enviado “mensajes amenazadores”.
Sin embargo, Martin descartó que la matanza tuviera motivos raciales, religiosos o terroristas.
“No contemplamos que la acción de ayer (domingo) se deba a motivos raciales o religiosos; sí podemos decirles que había una serie de problemas domésticos en su familia”, resaltó.
El domingo, Kelley -vestido completamente de negro y con un chaleco antibalas- abrió fuego con un arma automática contra personas que acompañaban un servicio religioso en una iglesia bautista en el pequeño poblado de Sutherland Springs (400 habitantes).
Kelley se dio a la fuga aunque fue perseguido por un hombre armado que presenció lo ocurrido y paró un automóvil que pasaba.
Según testigos, el automóvil de Kelley se estrelló pero informes preliminares de la policía sugieren que se suicidó durante la persecución.
Entre los 26 muertos figuran niños y ancianos que participaban en la ceremonia religiosa.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE