
Las situaciones de emergencia, como las originadas luego de inundaciones, huracanes y otros desastres naturales, exigen atención urgente de las necesidades básicas de la población como: refugio, alimentos, medicina y ropas. Sin embargo, ninguna es tan importante como contar con agua segura y condiciones básicas de saneamiento. Estos servicios, más allá de satisfacer las necesidades básicas de hidratación, preparación de alimentos, aseo y limpieza, garantizan la protección de la salud de la población y evitan la degradación del medio ambiente.
Es muy importante que la población vuelva a recobrar el sentido de la normalidad en sus vidas en la medida de lo posible, pero para que este proceso sea de manera exitosa y segura, es necesario educar a la población acerca de los posibles riesgos asociados con las condiciones del medio ambiente y la calidad del agua, así como el impacto que éstos pueden tener sobre su salud.
Agua potable: Los sistemas de tratamiento de agua para consumo humano pueden fallar o contaminarse. No tome, ni use agua que pudiera estar contaminada para cepillarse los dientes, lavar y preparar alimentos, lavarse las manos y preparar fórmula para bebes. Consuma y use agua embotellada hasta que las autoridades sanitarias certifiquen la calidad del agua de los sistemas de tratamiento y suministro municipales.
Contaminación ambiental: Las aguas estancadas producto de las inundaciones pueden contener una gran cantidad de contaminantes químicos, así como bacterias, virus y parásitos causantes de enfermedades. También es posible que se encuentren en ellas animales silvestres. Evite el contacto directo de la piel con estas aguas. Use botas de seguridad. No permita que sus hijos y mascotas jueguen con aguas estancadas. Lave frecuentemente las manos de los niños y laves los objetos con una mezcla de una taza de cloro doméstico en cinco galones de agua.
Aguas residuales: Los sistemas de tratamiento de aguas residuales domésticas e industriales se sobrecargan, se inundan, o se rompen en algunas de sus tuberías, contaminando las zonas circundantes con microorganismos altamente patógenos causantes de enfermedades como gastroenteritis, cólera y hepatitis, entre muchas otras. Si este es el caso, evacúe la zona y consulte a su médico ante el primer síntoma de enfermedad.
Control de vectores: Las aguas estancadas funcionan como reservorios perfectos para la reproducción de larvas e insectos vectores de enfermedades como el virus del Zika, Encefalitis, Meningitis y Dengue entre muchas otras. Use a diario repelente de mosquitos y mosquiteros. Evite hacer actividades al aire libre en las horas más activas de los mosquitos.
Aguas recreacionales: Las playas y zonas costeras suelen contaminarse producto de las aguas provenientes de los asentamientos poblacionales. Se debe evitar dichos espacios con fines deportivos y de recreación hasta que los organismos responsables garanticen su estado óptimo.
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Mariángela Bracho González / Foto: Referencial