
El hombre, llamado Hussein al-Sakit, fue conducido a la plaza Tahrir, situada en el centro de la ciudad, donde murió por los disparos de la policía y frente a una multitud que se había congregado para presenciar la ejecución.
Hussein al-Sakit, de 22 años, fue condenado por violar y asesinar a Safaa al-Matari, una niña de 5 años, en la Plaza Tahrir en el centro de Sanaa, Yemen.
“Llevo esperando este momento desde hace dos años, esperaba poder ver esta escena, gracias a Dios ha ocurrido”, dijo a Efe el padre de la niña asesinada, que se encontraba presente en el momento de la ejecución.
Posteriormente, el cadáver de Hussein al-Sakit fue crucificado durante media hora en medio de una muchedumbre que gritaba: “Viva la justicia”.
Hace dos semanas, las autoridades ejecutaron a otro hombre, acusado de violar y matar a una menor de tres años, fusilándole en una plaza pública de la ciudad, lo que fue la primera ejecución llevada a cabo en la capital yemení desde 2014 y la primera de un violador de menores en un lugar público desde 2009.
En el Yemen las ejecuciones solo se llevan a cabo en lugares públicos en casos en los que el crimen afecte a los sentimientos del público, como es el caso de las violaciones de menores.
EFE / Foto: EFE