
Michoacán, EFE.- El Gobierno mexicano asestó hoy un duro golpe al narcotráfico al matar en un choque armado a uno de los principales capos que ya fue dado por muerto hace más de tres años, aunque, esta vez sí, parece que es definitivo.
Se trata de Nazario Moreno González, alias “El Chayo”, que lideraba el cártel La Familia Michoacana y que ahora era uno de los dirigentes del grupo criminal que surgió de esa organización, Los Caballeros Templarios.
El Chayo era uno de los personajes más conocidos y temidos del estado suroccidental de Michoacán. Era responsable de extorsiones, secuestros y “múltiples homicidios”, según confirmó hoy un portavoz de seguridad del Gobierno, Monte Alejandro Rubido.
El 10 de diciembre del 2010, el entonces portavoz de seguridad, Alejandro Poiré, informó de la muerte del Chayo durante un enfrentamiento registrado el día anterior cerca de la ciudad de Apatzingán, en Michoacán.
Oficialmente, su cadáver fue recuperado por sus partidarios, por lo que el Gobierno, entonces presidido por Felipe Calderón, nunca pudo dar pruebas de ese éxito contra el narcotráfico, y con el tiempo la supuesta muerte del Chayo cayó en el descrédito.
En Michoacán, y especialmente en la zona conocida como Tierra Caliente, al Chayo muchos lo daban por vivo. Aunque no aparecía públicamente, seguía operando como uno de los dirigentes de los “templarios”, que tienen una fuerte presencia en Michoacóan.
La supuesta muerte del Chayo hace más de tres años quedó finalmente en evidencia cuando el capo del narcotráfico pereció al enfrentarse a militares que querían detenerlo cerca del municipio de Tumbiscatío, en Michoacán.
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