
El ataque se inició principalmente contra empresas y servicios públicos de Ucrania y Rusia, para luego trasladarse al oeste, donde afectó a la naviera danesa Maerks, al gigante publicitario británico WPP y al francés Saint Gobain, dedicado a materiales de construcción.
Según algunos expertos podría tratarse de un ataque de ransomware, similar al virus WannaCry, el cual afectó el pasado mes de mayo a instituciones y firmas de unos 150 países.
Entre los afectados se encuentran el Banco Central de Ucrania, el fabricante de aeronaves Antonov, dos servicios postales de ese país y el metro de Kiev, cuyo sistema dejó de aceptar tarjetas como forma de pago.
El laboratorio Merck confirmó también haber sido hackeado, por lo que se conviertío en la primera víctima estadounidense del ciberataque mundial.
Asimismo, el gigante petrolero ruso Rosneft reportó un ciberataque a sus servidores.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE