Este viernes el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que apoyará al estado de Texas en la defensa ante los tribunales contra las llamadas “ciudades santuario”, las que no cooperan con las autoridades federales en la detención y deportación de indocumentados.
El Departamento de Justicia indicó que para ese propósito se presentó el viernes una “declaración de interés” en la ciudad texana de El Cenizo, una de las que ha presentado mayor demanda de inconstitucionalidad contra la ley estatal aprobada hace dos meses y que, si no ay orden judicial en contra, debe entrar en vigor el 1 de septiembre, según estipulan las reglas de la Legislatura de Texas.
El Cenizo es una pequeña localidad de la frontera texana con México que intenta parar por la vía legal la llamada ley SB4 antes de que entre en efecto, una iniciativa a la que se sumaron las cuatro grandes ciudades de Texas: Austin, San Antonio, Houston y Dallas, así como condados como El Paso o el de Maverick.
El Departamento de Justicia argumentó que la SB4 no es anticonstitucional, porque no va en contra de los principios de preeminencia de la ley federal, respeta el federalismo y respalda el derecho de la gente a que no se viole su intimidad.
Los detractores de la medida la consideran “inconstitucional y racista” al permitir que las autoridades del orden establezcan patrones raciales a la hora de detener a las personas.
Esto se debe a que la controvertida ley permite a las autoridades locales cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida, incluso en una parada de tráfico, a raíz de una cláusula conocida popularmente como “enséñame los papeles”.
“El presidente Trump se ha comprometido a mantener a Estados Unidos a salvo y asegurar la cooperación con las leyes federales de inmigración”, aseguró el fiscal general, Jeff Sessions, en una declaración que coincide con la presentación de la medida.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE