
Los B-1 ejecutaran ejercicios con dos cazas F-15K de las fuerzas aéreas surcoreanas, explicó el portavoz, quien a su vez detalló que se trata de “maniobras programadas con regularidad”.
Pese a la afirmación, el envío a la península de los bombarderos desde la base aérea estadounidense Andersen en la isla de Guam se produce tras el anuncio de la muerte del estudiante de EE.UU. Otto Warmbier, detenido por Corea del Norte el año pasado y repatriado la semana pasada en estado de coma.
El estudiante llevaba más de un año en coma, en el que entró poco después de su última aparición en público (durante su juicio en Pyongyang en marzo de 2016), según indicó su familia.
El régimen norcoreano sostiene que Warmbier sufrió un brote de botulismo, que se le administró una pastilla para dormir y que no volvió a despertarse, una versión que sus allegados han refutado.
La última vez que Estados Unidos envió bombarderos B-1 a la península de Corea fue el pasado 29 de mayo, horas después de que el régimen de Pyongyang lanzara un misil balístico a modo de prueba.
Se cree que Pyongyang utiliza a los ciudadanos estadounidenses que detiene en su territorio para intentar presionar y lograr concesiones de la primera potencia mundial, con la que está en guerra desde 1950 y con la que vive una especial etapa de tensión en los últimos meses a cuenta de sus continuas pruebas armamentísticas.
El régimen de Kim Jong-un mantiene actualmente encarcelados a tres ciudadanos estadounidenses, dos de ellos detenidos en los últimos meses de abril y mayo.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE