
Continuando con nuestra conversación sobre la menopausia, este artículo lo dedicaré al síntoma más común: “los calorones o bochornos”. Éste es el síntoma más conocido y el que más frecuentemente se asocia en esos años.
Se caracteriza por una oleada de calor que la mujer puede presentar en cualquier momento del día o la noche, aún mientras está dormida y puede ir de leve a severo. Por supuesto, estos calorones afectan la calidad de vida de la persona, interrumpiendo la rutina diaria desde el sueño hasta la efectividad en el desarrollo de sus labores, pudiendo llegar a ser inhabilitantes. Incluso, su intensidad y frecuencia pueden variar de pocos a numerosos durante el día o la noche.
La ciencia aún carece de una respuesta clara y precisa sobre por qué algunas mujeres sufren estos “calorones” pero otras no, al igual del por qué la variabilidad individual en su intensidad. La idea aceptada al respecto está asociada con las condiciones o “estatus” de la salud de la persona al entrar al periodo llamado peri-menopausia, es decir, las condiciones integrales de salud: nutrición, estrés, actividad física y todos los factores que actúan en el logro del balance necesitado para gozar de buena salud.
Aparentemente, durante el proceso menopáusico, se produce una disminución del umbral del control de la temperatura corporal, siendo necesario solo pequeños estímulos para que se dispare la presencia del síntoma. Por esta razón es recomendable introducir algunos cambios en nuestro estilo de vida. Por ejemplo:
· Vestir ropa ligera y “en capas”. de modo de poder quitarse una prenda de ropa si tiene calor y volver a ponérsela al superar el “bochorno” o “calorón”.
· Dormir en una habitación ventilada y con temperatura moderadamente baja.
· Evitar alimentos y bebidas calientes, consumir alcohol, cafeína o fumar especialmente antes de dormir.
· Tratar de controlar el estrés y mejorar el sueño.
· Hacer ejercicio regularmente, preferiblemente en la mañana.
· Practicar algún ejercicio espiritual como yoga, Thai Chi, disfrutar de masajes e incluso probar acupuntura.
· Durante el “bochorno”, tratar de respirar tranquila y profundamente utilizando el abdomen, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.
· Al igual que durante el día, en la noche usar ropa de dormir fresca y ropa de cama “en capas”, facilitando la transpiración.
· Si el bochorno la despierta en la noche, beba agua fría y aproveche para tratar de hacer algún ejercicio de relajación y respiración que la ayude a retomar el sueño.
· Las mujeres con sobrepeso u obesidad son más susceptibles a sufrir esta sintomatología al igual que las fumadoras, por lo que es recomendable controlar ambas condiciones, ya sea con una nutrición balanceada y de bajo contenido calórico y la práctica de ejercicio físico rutinario o, en el caso de las fumadoras eliminar o disminuir el uso del cigarrillo.
En la próxima entrega hablaremos del manejo de los bochornos con productos de venta libres y aquellos prescritos, como por ejemplo terapia hormonal de reemplazo.
María Virginia García / Foto: Referencial