
Según informó un funcionario federal, el despliegue será el más grande de las fuerzas armadas del país en la joven presidencia de Donald Trump.
La decisión del secretario de Defensa Jim Mattis podría ser anunciada la próxima semana, indicó el funcionario.
La medida pretende atender las aseveraciones del máximo comandante estadounidense en Afganistán de que no tiene fuerzas suficientes para ayudar al ejército afgano contra un resurgimiento del Talibán.
La creciente amenaza de extremistas del grupo Estado islámico, evidenciada por una serie de ataques mortíferos en Kabul y la muerte en combate de varios soldados de Estados Unidos, han alimentado los llamados para una presencia estadounidense más fuerte.
La mayoría de los soldados adicionales entrenarán y asesorarán a fuerzas afganas, según aseguró el funcionario, quien pidió no ser identificado porque no estaba autorizado para hablar públicamente sobre el tema.
Un grupo mucho más pequeño ser asignado para realizar operaciones contraterroristas contra el Talibán y el grupo yihadista Estado Islámico.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE