La presidenta del Supremo Tribunal Federal, Camen Lúcia, indicó por medio de un comunicado que si dicha información resulta cierta, sería una intervención inadmisible en el trabajo de la corte y un ataque contra las libertades democráticas del país.
Un artículo publicado el viernes por la revista Veja sostiene que la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) podría haber sido usada para espiar a Fachin, ministro relator en el STF de los procesos de “Lava Jato”, un investigación que trata sobre una enorme red de corrupción en Brasil. Sin embargo, la oficina de Temer negó las acusaciones del reporte.
Lúcia declaró que si lo que afirma la nota llegará a ser verdad, la pena por el presunto espionaje debería tomar en consideración las graves “consecuencias legales, políticas e institucionales del acto (…) propia de dictaduras, esas prácticas (…) son graves y, realizadas contra un juez, son absolutamente inaceptables en una república democrática”.
Las declaraciones de la magistrada aumentan aún más las tensiones entre el ejecutivo y el poder judicial de Brasil, los cuales han empeorado tras la decisión de Fachin de autorizar que se investigue a Temer por acusaciones de que el mandatario soborno a un posible testigo en una pesquisa por corrupción.
Los fiscales aseguran que Temer actuó para obstruir a la justicia y que condonó esfuerzos para pagar por el silencio de un testigo potencial.
Iveth Villalobos / EV Houston / Foto: EFE