Las autoridades de Tailandia detuvieron hoy a al menos 53 miembros de la minoría birmana rohingya en el sur del país cuando eran enviados hacia Malasia por una red local de tráfico de personas, informó la prensa local.
Los inmigrantes, que formaban parte de un grupo de 310 personas, entre ellas niños y mujeres procedentes de Bangladesh y del estado birmano Rakhine, fueron encontrados de madrugada escondidos en una plantación en el distrito de Takuapa, en la provincia de Phang Nga.
Uno de los detenidos dijo al portal “Phuketwan” que el grupo viajaba en un barco cuando fue “secuestrado” por traficantes tailandeses, dos de los cuales huyeron al llegar la policía, y que varios de ellos ya habían sido enviados en camiones hacia la frontera con Malasia.
Miles de rohingyas, una minoría musulmana considerada apátrida, se embarcan todos los años en un peligroso viaje hacia Tailandia y Malasia para huir de la persecución y la pobreza en Birmania (Myanmar).
Al menos 160 personas murieron en 2012 debido a varios brotes de violencia entre budistas y musulmanes en Rakhine, que desplazaron de sus casas a unos 180.000 rohingya a campos de detención donde solo reciben atención de organizaciones internacionales.
Las autoridades birmanas niegan la ciudadanía a los miembros de esta minoría a los que consideran inmigrantes ilegales bengalíes.
En Birmania viven alrededor de un millón de rohingyas, comunidad considerada como una de las más perseguidas del mundo, según la ONU, y que también es rechazada en la vecina Bangladesh, donde unos 300.000 malviven en campos de refugiados.
EFE / Foto: Archivo