El coste de criar un hijo en EE.UU. ascendió en 2013 a una media de 245.000 dólares por comida, casa, guardería, educación y gastos médicos, desde que nace hasta los 18 años, según un informe del Departamento de Agricultura publicado hoy.
Esta cantidad, que ascendería a 304.000 dólares si se tiene en cuenta la inflación, representó un aumento de un 1,8 % respecto a 2012, y a una media de entre 12.800 a 14.970 dólares anuales, dependiendo de la edad (los bebés y los adolescentes resultan más caros que los niños de 6 a 8 años), para una familia de clase media constituida por los dos progenitores.
En cuanto a las diferencias geográficas, el informe reveló, como otros similares en el pasado, que los costes de la crianza de los niños son menores en las ciudades del sur y en las zonas rurales de Estados Unidos, con 230.610 y 193.590 dólares respectivamente.
Asimismo, las familias en las ciudades del nordeste enfrentan mayores costes de criar a un niño, con 282.480 dólares, lo que ha impulsado que cada vez más hogares de clase media se trasladen al sur o al medio oeste.
El estudio no tomó en cuenta los gastos incurridos durante el embarazo y los estudios universitarios de un hijo, que ascienden a 18.390 dólares anuales en centros de enseñanza públicos y a 40.920 en instituciones privadas.
Además, el informe reveló que los gastos medios por hijo varían con respecto a los ingresos anuales de los hogares. Una familia que cuenta con 61.530 dólares se prevé que gaste 176.550 por hijo, mientras que familias con más de 106.540 por año gastarán una media de 407.820 dólares por hijo.
Además de servir como una guía útil para las familias, “el informe es crucial para determinar las necesidades futuras a tomar en cuenta por la Administración” en lo que se refiere al presupuesto relativos a la crianza de los niños, aseguró el subsecretario de Agricultura para alimentos y nutrición, Kevin Concannon.
Los costes relacionados con la vivienda para las familias representan el 30 % de los gastos totales, seguidos por el cuidado infantil y la educación, con un 18 %, y la comida, con un 16 %.
Igualmente, los hogares con tres o más niños, gastan una media de un 22 % menos en cada hijo adicional, porque los hermanos empiezan a compartir habitaciones, la ropa y los juguetes, además de los descuentos que ofrecen las escuelas para las familias numerosas.
Debido a que “la alimentación representa una tercera parte de los gastos de los hogares”, aseguró la directora del Centro de Políticas de Nutrición y Promoción, Angela Tagtow, “los padres se encuentran ante el reto de proveer a sus hijos comida saludable y asequible”.
Tras la vivienda, la educación y la comida, los costes anuales de una familia se encaminaron en 2013 a cubrir el transporte, con un 14 %, la ropa, con un 6 %, y la salud, con un 8 %.
Según el estudio, una familia de clase media en 1960 tuvo que destinar un presupuesto de 25.230 dólares por hijo (lo que representa 198.560 dólares en 2013), con los gastos de vivienda en primer lugar.
Sin embargo, los gastos de guardería eran inexistentes en 1960 y los costes asociados a la salud se han duplicado desde entonces.
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