La Ley de Protección de la Fauna Doméstica y en Cautiverio amenaza a los pitbulls. En diciembre de este año, entra en vigencia la resolución que enviará a la raza al encierro.
Publicada en la Gaceta Oficial número 39.338 en enero de 2010, la disposición legal prohíbe, en el artículo 33, la tenencia de caninos pitbull, terrier americano, bull terrier staffordshire, terrier americano staffordshire y todos sus mestizajes.
Por lo tanto, los propietarios de la raza estarán obligados a mantenerlos en condiciones de cautiverio. El incumplimiento de la ley acarrea multas que oscilan las 40 y 70 UT (unidades tributarias). El equivalente a 5.080 y 8.890 bolívares, indica el artículo 72.
Corre la cuenta regresiva para la raza, mientras defensores de animales, médicos veterinarios y la oficialista Misión Nevado se oponen a la medida.
“Estamos hablando de una ley antropocéntrica que ve el animal como un objeto, sobre el cual nosotros tenemos derecho. Los proteccionistas no estamos de acuerdo, porque el animal debe ser visto como un sujeto con igualdad de consideraciones”, contó la integrante de la Red de Apoyo Canino, Mariant Lameda. Cuestionó la medida que enviará a la raza al encierro y afirmó que 125 organizaciones de todo el país luchan para que sea derogada la disposición en su totalidad.
“La medida fue aprobada sin hacer un estudio en base a la conducta del animal, el mito vino por las riñas y peleas de apuestas que hacían con los pitbulls. Pero en realidad la conducta del animal es aprendida y se torna más peligroso si está en cautiverio”, alertó el veterinario José Alberto Ángulo, de la Clínica Fauna Hogar.
“Esos perros, por lo general, han sido víctimas de dueños que no lo saben tratar (…) Cualquier perro a quien no le demos el trato que corresponde puede ser agresivo”, dijo la doctora Bernadette Anzola, docente de la UCLA de Veterinaria y especialista en psiquiatría animal.
La mayoría de las razas llamadas “peligrosas”, equivocadamente, son dominantes por naturaleza. Pero eso no representa ningún problema.
“A veces le damos al perro muchas cosas que no necesita y los hacemos neurótico. En consecuencia, se vuelve un animal ansioso, pidiendo atención en exceso”.
“La agresividad tiene una función biológica: el acceso preferencial a otros recursos, pero cuando vemos que esa agresividad es afuncional, se convierte en patológica”, ratificó la médico veterinario. La carga biológica no es la única responsable del comportamiento del perro, aclaró la especialista. También lo determinan las vivencias.
De allí es donde vienen algunos comportamientos negativos, entre ellos la agresividad, clasificada según la causa.
“Hay una agresividad por miedo. Son aquellos perros que le temen a determinado estímulo, por ejemplo, a los niños. Si en algún momento responde con un gruñido o una postura amenazante, el animal aprende que de esa manera escapa de los estímulos”.
La agresividad más frecuente en el pitbull, explicó Anzola, es la que se produce por dominancia. La raza adopta un rol de ataque para tener el control o conseguir un recurso, acotó. Resaltó que hay líneas de perros más susceptibles o reaccionarias a ciertos estímulos, como el miedo por las tormentas o los fuegos artificiales.
En defensa del “mejor amigo del hombre”, la especialista en psiquiatría canina apuntó que en ocasiones, las mascotas tienen signos de agresividad por encierro, soledad, aislamiento social o poco contacto con su dueño. “En términos generales, hay una base para la manifestación de la agresividad y es la ansiedad, se manifiesta con conductas agresivas porque el animal está frustrado, irritado”.
El estilo de vida humano cada vez más restrictivo, alegó, desencadena esta patología en cualquier raza, sin excepción.
Alejar al pitbull de su entorno común y dejarlo en el olvido, sería una medida además de drástica, peligrosa, plantearon los entrevistados.
Con información de El Impulso.
EV Houston/El Impulso / Foto: Referencial