El cierre nocturno de la frontera colombo-venezolana, vigente desde hace un mes por decisión del Gobierno de Venezuela, ha contribuido a reducir el contrabando entre un 20 y un 50 %, según datos oficiales obtenidos por Efe.
Por los 2.219 kilómetros de frontera común circulan de forma ilegal mercancías que, según las autoridades de Venezuela equivalen al 40 % de la producción del país, debido a los bajos precios con que se adquieren en ese país y el gran margen de ganancia que deja su venta ilícita en Colombia.
El Gobierno venezolano ordenó el pasado 9 de agosto el cierre nocturno de la frontera desde las 22.00 hora local (02.30 GMT) hasta las 05.00 (09.30 GMT) durante 30 días como una medida para frenar el contrabando.
El cierre comenzó a regir el 11 de agosto y desde ese día unos 17.000 hombres de la Fuerza Armada venezolana custodian la frontera.
En consecuencia, el contrabando cayó entre un 40 % y 50 % en el departamento colombiano de Norte de Santander, según datos de la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA) facilitados a Efe por el gerente del Observatorio Económico de la Cámara de Comercio de Cucúta (capital de esa región), Carlos Gamboa.
En el vecino departamento de Arauca, también fronterizo, el comercio ilegal se redujo entre un 20 % y un 30 %, dijo a Efe el coordinador de la Unidad de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Arauca, Santiago Parales.
Gamboa y Parales calificaron ese resultado de “positivo”, pero la presidenta de la Cámara de Comercio colombo-venezolana (CCV), Magdalena Pardo, pidió en una entrevista con Efe más acciones porque si bien “la medida ha servido para disminuir el contrabando, aún se está lejos de eliminarlo”.
Pardo dijo que una forma de “quitarle soporte al contrabando” es “facilitar por parte del Gobierno venezolano el comercio legal con Colombia”, porque de esa manera se fomenta el “trabajo digno y formal a ambos lados de la frontera”.
Argumentó que “el cierre de los puentes y la cooperación aduanera tienen impacto pero no es suficiente” pues “hay una causa económica que incentiva esta actividad ilícita, y es el enorme diferencial de precios entre los dos países”.
“Cualquier producto de la canasta básica en Venezuela, como la leche en polvo, fríjol, aceite, crema dental, azúcar, harina, café, atún o arroz, es cuatro o cinco veces más barato que en Colombia porque se importan a una tasa de cambio preferencial y además son subsidiados por el Gobierno”, argumentó Pardo.
El gran ejemplo es la gasolina, pues mientras en Colombia un galón (3,78 litros) cuesta 8.500 pesos (4,3 dólares) en Venezuela vale 140 pesos (0,07 dólares).
Pardo aseveró que “con estas diferencias el contrabando se torna en el negocio ilícito más rentable, por encima de cualquier otra actividad”.
Lo cierto es que la medida decretada por el Gobierno venezolano ha tenido resultados por el momento y se espera que esa reducción vuelva a empujar el comercio legal entre los dos países.
Parales, de la Cámara de Arauca, advirtió de que ésta “es una medida que va tener efectos temporales mientras los contrabandistas se acomodan a las nuevas condiciones” y agregó que la solución la tiene el Gobierno venezolano: “ajustar su economía de modo que se tengan unos precios competitivos en ambos lados de la frontera”.
Por su lado, Gamboa hizo hincapié en que a pesar del cierre nocturno de la frontera “las exportaciones siguen funcionando normalmente” y que su disminución se debe a que “Venezuela ya no importa lo que importaba hace cinco años”.
Según un informe de la Cámara de Cúcuta, las exportaciones de Colombia a Venezuela han pasado de 1.175 millones de dólares entre enero y junio de 2013 a 1.011 millones en el mismo periodo de este año.
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