.-AFP. Los deportistas venezolanos comienzan a migrar de bandera, ante la peor crisis económica y política en tiempos modernos.
Jesús Vargas, junto con sus paisanos José Herrera y Jonathan Farías, integra la selección de béisbol de Perú, que debutará en este deporte durante los Panamericanos con el impulso de la diáspora venezolana.
“Para nadie es un secreto lo que pasa en Venezuela. Vine acá a trabajar para poder ayudar a mi familia en Venezuela. ¿Béisbol? Yo vine con otra mentalidad: trabajar, trabajar y trabajar”, dice Jesús a la AFP.
Tras arribar y emplearse como empaquetador en una panificadora, este lanzador nacido en Acarigua (oeste de Venezuela) vio por casualidad gente jugando pelota. No dudó.
“Empecé a entrenar en el Club AELU (Asociacón Estadio La Unión). Me vio un equipo y me preguntaron si quería jugar con ellos. Les dije que sí y entonces trabajaba entre semana y jugaba los fines de semana”, relató Vargas a AFP.
Durante un juego, “el mánager de la selección peruana me vio. Me dijo: ¿eres peruano? Le respondí: sí, soy nacionalizado (…). Así empecé y ahora estoy aquí representando al Perú”.
La historia de José, de Boconó (estado Valera), es similar. “Uno sale porque busca mejores opciones de vida, como todos”.
Pitcher de veinte años, hijo de peruano, José sí sabía gracias a una tía que había una naciente movida beisbolera en Perú de la mano de migrantes.
“A los cinco días de estar aquí me empiezo a informar (…). Entro a un equipo y después de unos juegos me contactan y me dicen si puedo asistir a uno de los entrenamientos de la selección peruana”.