Trad. Maholy Leal/PRESS RELEASE.- El Departamento de Salud (HHD, por sus siglas en ingles) trabaja para abordar la crisis de opioides antes que se convierta en una epidemia en la ciudad. Recientemente, se obtuvo dos subsidios, los primeros de sus tipos otorgados al departamento, que se enfocan en reducir la muertes por sobredosis, remitir a las personas a tratamientos, brindar educación y mejorar la forma en que se recolecta data.
“Aunque no hay una evidencia actual de una epidemia de opioides en Houston, los números claramente van en la dirección incorrecta”, dijo el Dr. David Persse, autoridad local de salud y director medico de EMS. “El tiempo de actuar es ahora y eso es exactamente lo que estamos haciendo”
Es importante mencionar que las muertes por sobredosis de opioides se incrementó un 135% desde el 2013, con una alza significativa en 2016. Aproximadamente, 77% de las muertes por sobredosis en el condado de Harris, fueron residentes de Houston.
El subvención de $2 millones de la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias equipa todos los vehículos del Departamento de bomberos de Houston (HFD, por sus siglas en inglés) con Naloxona, una droga que reversa el efecto del opioides. También provee mejoras en el entrenamiento de los agentes para reconocer las sobredosis y poder administrar de manera correcta la referida droga
El HHD y HFD están trabajando con el Centro de Recuperación de Houston para vincular sobrevivientes de sobredosis y sus familias a instituciones medicas locales para buscar opciones de tratamiento. “Salvar la vida de una víctima de sobredosis es el primer paso para el tratamiento” indica el Dr. Persse. “Estamos haciendo todo lo que esté en nuestro poder para ingresar a las víctimas en tratamiento, incluyendo trabajar directamente con las familias”
El departamento también recibió $200.000 en ayuda de la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud del Condado y la Ciudad para mejorar la colección de data, análisis y explorar las formas de expandir la capacidad de los tratamientos y desarrollar una campaña que detenga el estigma contra las víctimas.
“La adicción de opioides no discrimina y puede afectar a personas que nunca han sufrido de adicción” explica Persse. “Tenemos que cambiar el estigma y ayudar a esos que necesitan ayuda y aquellos que la buscan. No hay que avergonzarse por buscar ayuda”.