Migrantes esperan para ser trasladados hoy, en un refugio Campo Ferial en Paso Canoas, en la frontera entre Panamá y Costa Rica. Los migrantes esperan cruzar Costa Rica para llegar a la frontera norte con Nicaragua. EFE/Marcelino Rosario
(EFE).- Costa Rica anunció este sábado que agilizará el tráfico de migrantes en la zona fronteriza con Panamá de Paso Canoas, en respuesta a un movimiento comunitario que había amenazado con cerrar la raya limítrofe presionando por una solución al problema de decenas de transeúntes varados en ese paraje en espera de seguir hacia Norteamérica.
Esta medida fue anunciada hoy a EFE por el ministro costarricense de Comunicación y Enlace, Jorge Rodríguez Vives, quien adelantó que habrá un aumento de autobuses que transportan migrantes desde Paso Canoas hacia Peñas Blancas, en la frontera con Nicaragua.
Vives indicó que el Consejo de Transporte Público de Costa Rica se comunicó con la empresa transportista para que puedan salir 17 unidades más, aumentando así de 33 a 50 los traslados.
“Esperamos que esto permita una disminución de la espera en Paso Canoa y que pueda seguir más rápido el flujo hacia la frontera norte que es el compromiso del Gobierno, seguro y respetando las necesidades de las comunidades costarricenses que se están viendo afectadas en este momento”, indicó Vives.
El anuncio hecho por Vives, poco antes de reunirse con un comité de un grupo de personas aquejadas por este asunto, fue uno de los acuerdos surgidos de este encuentro.
El aumento del flujo migratorio en Paso Canoas, la frontera entre Panamá y Costa Rica, sentó hoy en una reunión en Ciudad Neily, del lado costarricense, a altos funcionarios del Gobierno de ese país con líderes del grupo “Defendamos la Frontera”, organización comunitaria que, en un pliego de 16 puntos, pide declarar emergencia nacional la atención del problema ocasionado por la migración en la frontera sur.
Solicitan particularmente el traslado de forma “inmediata” a Peñas Blancas y Chiles, en la zona fronteriza con Nicaragua, de “todos los inmigrantes que arriban a Paso Canoas diariamente”.
El movimiento también exige que se refuerce la presencia de la Fuerza Pública y de Migración de Costa Rica en Paso Canoas, y que se elimine “rotundamente” las ventas ambulantes que realizan migrantes fuera del refugio de manera “ilegal”.
César Vega, asesor del grupo “Defendamos la frontera”, dijo a EFE que están “satisfechos” de la reunión con los representantes del Poder Ejecutivo “por los acuerdos que se aprobaron”, el principal, resaltó, el “abordaje integral al manejo de emigrantes aquí en la frontera en Paso Canoas, y lograr que el centro de refugio (del denominado Campo Ferial) se desahogue un poco”.
Vega indicó que otro acuerdo es que se queda un contingente de 70 oficiales de Seguridad Pública para mantener el orden y la seguridad en el centro en el Campo Ferial, y controlar además las ventas ambulantes que realizan los migrantes en el en los alrededores del refugio como en las distintas calles de la comunidad
También se acordó abordar una cooperación binacional para el flujo más expedito, en una reunión que se hará el 31 de agosto de 2023 con representantes del Gobierno de Panamá.
A raíz de estos acuerdos, Vega dijo que se suspende la acción anunciada para el lunes próximo de cerrar la zona de Paso Canoas del lado costarricense, hasta ver el cumplimiento del gobierno con lo acordado hoy.
Zamira Gozaine, la directora panameña de Migración dijo este viernes que Panamá ha recibido “en los últimos días 2.600 – 2.700 – 2.800 personas por día en el flujo del Darién”, y destacó que solo en julio pasado “ingresaron más de 55.000 personas” migrantes en tránsito al país.
Panamá recibe a los viajeros que van a Norteamérica en estaciones migratorias cerca de su frontera sur con Colombia y en la norteña con Costa Rica, donde les da asistencia sanitaria y alimentación, en un operativo único en el continente que involucra a una docena de organismos internacionales.
MIGRANTES AFECTADOS.
El venezolano José Murillo, uno de los tantos migrantes varados en la zona fronteriza de Paso Canoas, dijo a EFE que entre las muchas preocupaciones que los aquejan es el precio del pasaje “demasiado caro”.
“Cobran a los niños 30 dólares, aquí hay personas que andan con su mujer y su esposo y dos niños más. Dime, de dónde van a sacar 160 dólares por cuatro personas aquí estancadas (…) tienen que bajarlo para podernos ir de aquí”, remarcó Murillo, que se queja también de que no los dejan vender para reunir dinero para el pasaje.