
El joven Rufo Chacón, residente del estado Táchira, se encontraba junto a su mamá, Adriana Parada y su hermano menor, exigiendo gas en una protesta tras meses sin recibir el servicio.
Su madre se impuso ante los funcionarios, justificando que tenía tres niños que a veces se acostaban hasta sin comer porque no había gas, y la respuesta del uniformado fue que ya les iba a “solucionar”. Pero lo que sucedió posteriormente fue que se acercaron los policías corriendo.
“Todas las personas nos quedamos tranquilas, agarramos nuestro gas porque no estábamos haciendo nada, ni teníamos palos ni piedras, nada, simplemente una bombona de gas. Yo tenía a mis dos hijos ayudándome con mis bombonas de gas cuando fue que vinieron y arremetieron contra nosotros, nos empujaron y golpearon”, sostuvo la madre de Rufo durante un vídeo.
En dicho video difundido en las redes sociales, puede apreciarse una línea de civiles junto a los funcionarios, a diferencia de otras protestas registradas en el país, el grupo de gente no corría para huir. De un momento a otro, comenzaron a producirse las detonaciones contra los manifestantes que estaban justo frente al cuerpo policial.
Rufo, había tomado las bombonas para retroceder y llevárselas, cuando la policía le disparó en la cara.
Según declaraciones más recientes ofrecidas este martes, se confirmó que el muchacho de 16 años recibió 52 disparos perdigones en el rostro, lo que hizo que posteriormente perdiera completamente su visión.
El diagnóstico del doctor Luis Ramírez, presidente de la Corporación de Salud del estado, apunta a que el adolescente perdió la totalidad de la morfología y la anatomía de los dos globos oculares.
Ramírez, resaltó que se le hicieron los procedimientos pertinentes como las evaluaciones imagenológicas, donde se determinó que no se vio comprometido el encéfalo ni ninguna estructura craneal.
Del mismo modo, acotó que será intervenido en las próximas horas para practicarle una evisceración de ambos globos.