Ciudadanos venezolanos que manifestaron en las calles de cotiza en respuesta al llamado a sublevación por parte de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, fueron dispersados con bombas de gas lacrimógeno.
Integrantes de la misma fuerza a la que pertenecen los sublevados, trataron de reprimir completamente a los manifestantes, haciendo que muchos de ellos huyeran ante el exceso de gases que afectaba su salud.
Sin embargo, al pasar un rato, los protestantes salieron nuevamente a retomar la iniciativa, instalando una barricada que consistía en elementos varios para demostrar su repudio hacia las fuerzas de seguridad que defienden al régimen de Nicolás Maduro.