China solicitó a Estados Unidos dejar de interferir en los intercambios entre empresas de ambas partes.
Pekin instó a Washington abandonar estas medidas para detener estas prácticas incorrectas y así promover una cooperación normal entre ambos y así salvaguardar sus derechos e intereses legítimos.
Dicho pronunciamiento fue hecho en respuesta a las nuevas restricciones estadounidenses a la exportación de algunos productos tecnológicos al fabricante chino de chips Fujian Jinhua.
A la administración de Trump le preocupa que la empresa china pueda inundar el mercado con chips defectuosos que también son fabricados por compañías estadounidenses que abastecen a las Fuerzas Armadas.
Asimismo, declararon estar en contra de las actitudes de Estados Unidos, debido a que estos exageran con sus preocupaciones de seguridad nacional y sus imposiciones de restricciones unilaterales a las empresas.