Foto: EFE/Alberto Valdés
Chile decidió en un histórico plebiscito surgido en respuesta a las protestas sociales de hace un año redactar una nueva Constitución y enterrar su Ley Fundamental, heredada de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los chilenos votaron a favor del “Apruebo” (más del 78 % de los votos), opción que abre un proceso constituyente, y eligieron que este sea absolutamente ciudadano, encargando la redacción de la nueva Carta Magna a una convención constitucional (79 % de los votos) compuesta por 155 personas elegidas por votación popular.
La opción del “Rechazo”, que abogaba hacer reformas a partir de nuevas leyes pero no cambiar el marco constitucional que en su opinión, permitió el crecimiento de Chile en los últimos 30 años, obtuvo casi un 22 % de los votos, mientras que la opción de que la nueva Ley Fundamental sea redactada por una convención mixta integrada a partes iguales por ciudadanos y parlamentarios consiguió cerca del 21 % de las papeletas.
Más de 14,7 millones de chilenos fueron llamados a acudir a las urnas en una votación celebrada en plena pandemia del nuevo coronavirus y colmada de restricciones sanitarias y protocolos para evitar posibles rebrotes.
Con información de EFE…