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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron una advertencia en la que notificaban a profesionales sanitarios el aumento de la actividad en EE.UU. del parvovirus B19, la versión humana de la enfermedad.
Este es un virus respiratorio estacional que se transmite a través de pequeñas gotas de secreciones que se expulsan de forma inadvertida por la boca y la nariz de personas con o sin síntomas, provocando mayormente que el organismo deje de producir glóbulos rojos.
Por ahora no existe una vigilancia sistemática y no es una enfermedad de declaración obligatoria, pero supone un riesgo para determinados grupos de personas. Entre ellos las embarazadas, los enfermos de anemia falciforme y las personas inmunodeprimidas.
El motivo de esta advertencia es que en junio, los CDC recibieron informes de médicos que observaron un aumento del número de mujeres embarazadas con anemia fetal grave o pérdida del embarazo, junto con aumentos de anemia aplásica en personas con anemia falciforme.
Muchos casos proceden de las aulas, por lo que los padres deben estar atentos a la vuelta al colegio, puesto que los síntomas aparecen unos siete días después de la infección. La primera fase suele ser fiebre y fatiga, es cuando las personas son más contagiosas y dura unos cinco días.
En la segunda fase suele aparecer una erupción roja en la cara, comúnmente conocida como erupción en la mejilla abofeteada. También puede aparecer una segunda erupción en otras partes del cuerpo, con picor, que puede durar días en la piel y causar dolor en las articulaciones.
Es importante señalar que esta erupción puede durar hasta 10 días. Pese a esto, la mayoría de las personas se recuperan completamente.
Con información de KHOU11 / Traducción: EVH…