Foto: EFE /Peter Dasilva /Archivo
El estado de California (EE.UU.) vivió este fin de semana largo su segunda oleada de incendios del verano, solo pocas semanas después que se declarase la primera, a mediados de agosto por una tormenta eléctrica que trajo 10.800 rayos, que en combinación con la sequedad del terreno resultó en varios incendios.
Este ha sido uno de los peores veranos de su historia en cuanto a incendios forestales. En esta oportunidad la peor parte se la están llevando el centro y el sur, con dos grandes fuegos que queman cerca de Los Ángeles y San Diego, y un tercero declarado en la Sierra Nevada.
Este tercero, el de la sierra, es el que más rápido se extendió este lunes, calcinando dos docenas de casas en el pequeño pueblo de Big Creek y obligando a evacuar por completo a la población de Auberry, de 2.500 habitantes.
Desde que se inició el viernes, el fuego de Creek -como ha sido bautizado por el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire) – ya ha quemado 32.000 hectáreas y las diez dotaciones de bomberos que trabajan en él aún no han logrado ningún avance en las tareas de contención.
Más de 200 personas se vieron obligadas a evacuar a causa de este incendio declarado en la Sierra de California (EE.UU.) durante el fin de semana.
El tercer gran incendio arde también desde el sábado en una zona de vegetación al este de San Diego, cerca de la frontera con México, y ya ha calcinado más de 4.000 hectáreas.
Las llamas se están propagando con gran facilidad a causa de la sequedad del terreno -muchas partes de California llevan meses sin apenas haber recibido agua de lluvia- y las temperaturas extremas que se están viviendo por la ola de calor, que en algunos casos está superando los 40 grados.
Con información de EFE…