AFP.- Boris Johnson se convirtió este miércoles en el nuevo primer ministro británico y prometió que el Reino Unido saldrá a cualquier precio de la Unión Europea el 31 de octubre.”Cumpliremos la promesa hecha por el Parlamento al pueblo y saldremos de la Unión Europea el 31 de octubre, sin condiciones”, declaró Johnson en su primer discurso en la puerta del 10 de Downing Street, tras haber sido investido oficialmente por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham.
El ex alcalde de Londres y ex ministro de Relaciones Exteriores repitió una vez más que si esto tuviera que hacerse costa de una salida sin acuerdo, su país estaría preparado. Johnson prometió que logrará sacar a Reino Unido de la UE en la fecha aguardada “cueste lo que cueste”, y con ello batirá a “los incrédulos, a los pájaros de mal agüero, a los aguafiestas”. Conocido por sus meteduras de pata, su oratoria florida y brillante, y su turbulenta vida amorosa, fue designado el martes nuevo líder del Partido Conservador, sucediendo a Theresa May, quien renunció a raíz de su fracaso para implementar el Brexit.
Johnson no perdió tiempo y se dispone de entrada a nombrar al cerebro de la campaña del Brexit, Dominic Cummings, como consejero, según una fuente próxima a Johnson.Al mismo tiempo, el actual ministro de Finanzas Philip Hammond, el de Justicia David Gauke y el de Desarrollo Internacional Rory Stewart presentaron su dimisión ya que están en desacuerdo con la política del nuevo mandatario.
Según la prensa británica, en el nuevo gobierno habrá más mujeres y más representantes de las minorías étnicas. Su llegada al poder está lejos de recibir apoyo unánime. Militantes ecologistas de la organización Greenpeace bloquearon brevemente el camino de Johnson rumbo al Palacio de Buckingham, formando una cadena humana en la calle.
Y mientras pronunciaba su discurso en la puerta de Downing Street, manifestantes anti-Brexit hicieron oír su enojo.
Johnson fue uno de los principales propulsores de la votación por el Brexit en el referéndum de junio de 2016. May tuvo que dimitir al no conseguir que el parlamento aprobase el acuerdo de divorcio que había alcanzado con la Unión Europea, un texto que Johnson ha prometido revisar, si bien Bruselas ya ha advertido que no piensa cambiar nada.